GEOMETRÍAS Y PAISAJE
Vivienda unifamiliar en Punta Colorada

La presente vivienda de temporada se encuentra sobre la costa este del territorio uruguayo, en un predio delimitado por dos calles que generan una marcada condición de proa. La intervención consiste en el reciclaje y pequeña ampliación de una típica casa de techo de quincha característica de la zona costera. La construcción existente posee uno de sus lados paralelo a la primera de las calles que delimita el predio. Este dato, así como la geometría principal de la preexistencia sirven como excusa para plantear la ampliación de la vivienda a partir de una reproducción del volumen inicial, articulado con el primero y alineado a la segunda calle, lo que permite crear un nuevo acceso principal a la vivienda (con mayor jerarquía) y direccionar los principales espacios sociales en relación a las mejores vistas.

El edificio se desarrolla así sobre la consistencia de unos pocos lineamientos:

Geometría y captura del exterior
Por su condición geográfica y paisajística de borde, la principal premisa fue la búsqueda de las diferentes vistas al mar. La primera operación material va a ser de carácter netamente geométrico: la adición de un prisma cúbico idéntico en dimensiones al primero que, sin embargo, rota de manera de buscar el horizonte marino en atención a la mencionada premisa. Para lograr esta equivalencia, el reciclaje de la vivienda preexistente (que mantiene sus dimensiones, con una base de cuadrada de seis metros de lado) requiere quitar la cubierta y elevar la envolvente hasta una altura también de seis metros. La sumatoria de estas geometrías simples crea una nueva figura, más compleja, pero de todavía de fácil comprensión.

Materialidad y amplificación del paisaje
La casa busca acentuar la antedicha relación con el paisaje natural a partir de sus múltiples superficies vidriadas que, en vez de plantearse como grandes vanos acristalados, se subdividen en aberturas medianas, permitiendo aprovechar las múltiples direcciones que proporcionan los dos cubos intersectos. Esta operación consiente en encuadrar así, en cada abertura, distintas particularidades y elementos de paisaje. La sintética materialidad de sus fachadas, terminadas en madera oscurecida mediante aceite, genera la sensación de intemporalidad propia de las antiguas viviendas de pescadores que, sumada al equilibrio entre compacidad y transparencia, hace que la intervención se amolde silenciosamente con el entorno.

Ubicación: Maldonado, Uruguay
Año: 2019
Metraje: 117m2

Proyecto: Fábrica de Paisaje | Colaboradora: Eugenia Cedrani