(R)EVOLUTIONATY GREEN
Concurso Internacional de Ideas Terreform One Prize / American Suburb – Finalista

Verde ‘evolucionario’ no es verde revolucionario: nuestra propuesta intenta redefinir el territorio a partir de cambios factibles. Es auténticamente poderoso pensar en el cambio cuando este es una (radical) posibilidad. Las formulaciones utópicas permanecen, por definición, en el campo del deseo. La utopia es por tanto siempre soportada por una fractura, un in-between. Es precisamente sobre esa fractura que intentamos operar.

¿Debemos proponer otra utopia verde o disponer el territorio para un cambio posible?

¿Es posible fortalecer un proceso de industrialización-verde reutilizando (y replicando) los mecanismos de la producción/consumo de masas? En vez de focalizarnos en una solución localizada convencional, ¿podemos pensar en este nuevo paradigma como una red especializada flexible de varios y coordinados actores y escalas, definiendo un feedback loop verde? ¿Cómo podemos construir una comprensión radicalmente novedosa del lawn suburbano, pero al mismo tiempo recuperando la noción de jardín como ‘paraíso en la tierra,’ locus del pensamiento y del cambio social? ¿Por qué no entender ese proceso como una invocación a una nueva imaginería, un nuevo ideal estético, una suerte de belleza activa?

Las áreas productivas están consumiendo las reservas ecológicas. Para hacer este modelo sostenible, la producción debe migrar a las ciudades.

Genética de la fábrica de paisajes / Genética del loop verde

Después del Palacio de Cristal… el loop verde en la economía postindustrial
El Palacio de Cristal ha sido descrito como símbolo de cambio social, industrial y político, Concebido como una portentosa maquinaria para la exhibición, el Palacio de Cristal articulo la intersección entre producción y exhibición, de un mercado (potencialmente) global emergente (una exhibición ‘universal’) y una infatuación moral, ficcional y académica. Pero esta infatuación proviene no solamente de esa muestra universal sin precedentes (de cosas tan disímiles como maquinaria agrícola y cerámica india) sino también por la naturaleza de su contenedor: un sofisticado espacio de dimensiones inalcanzables enteramente construido en acero y vidrio y capaz de contener tres viejos olmos en el Hyde Park de Londres. Curiosamente, un diseño realizado por un jardinero y constructor de invernaderos: Joseph Paxton.

Los genealogías confluentes contemporáneas de naturaleza y producción parecen tener en el Palacio de Cristal un predecesor genético. Sin embargo, este linaje fue abortado. La producción continuo su crecimiento bajo las reglas de la eficiencia y optimización, sin espacio para la naturaleza, que pareció entonces subsumida en una incompatible tradición romántica. Luego, las líneas de montaje fordistas (donde el output estandarizado garantizaba la alta productividad) dio lugar al post-fordismo y a las nuevas tecnologías informáticas y comunicacionales (ICT). La naturaleza, productivamente renombrada agricultura, permaneció como un campo problemático de incertidumbres y dependencias geo-biológicas o climáticas. Pero el universalismo moderno, tan afín a la producción en masas, fue lentamente reemplazado por el subjetivismo post-fordista, inaugurando un tipo de flexibilidad (luego trasladada al modelo bottom-up del entrepreneurism) que, en esta rápida y simplificada genealogía de la producción, puede reconectar hombre y naturaleza.

En este punto, el surgimiento de distritos industrializados especializados flexibles inauguró al menos dos elementos centrales que aproximan los modos contemporáneos de producción a lo que llamaremos feedback loop verde. Por un lado, un nuevo entendimiento de la relación entre territorio y producción que se basa en procesos deslocalizados, en donde la conectividad reemplaza la localización. Por otro, la adaptación de sistemas productivos a cambios bruscos en el mercado. Entonces, la producción entendida como adaptativa y flexible y, conjuntamente, una posición conceptual para redefinir el territorio como un campo potencialmente productivo, no solamente en términos de agricultura sino también, y de modo importante, por la introducción de un feedback loop de redundancia opuesto a una mera vectorialidad productiva, como sugieren los modos tradicionales de producción.

Devenir/Fluir verde
La ecología, como sugiere Gregory Bateson, debe entenderse como intercambio de información; esta afirmación implícitamente refiere al espacio de flujos sobre el que nuestra propuesta se sustenta. Pensar sobre cambios en el tiempo y adaptación es también pensar en términos evolutivos; ahí reside la conexión entre hombre y naturaleza. Fluir verde intenta redefinir la especialización flexible como una práctica verde a través de la re-adaptación de las estrategias del mercado global a un mercado verde, desarrollando entonces un verde productivo post-industrial. Posiblemente, el nuevo shopping del siglo XXI: el shopping verde.

Verde (r)evolucionario opera en la intersección entre los modos post-industriales de producción y la ecología entendida como intercambio de información. Propone un paisaje radicalmente nuevo en donde el verde productivo y ornamental coexisten espacialmente y en el tiempo, e introduciendo el feedback loop como estrategia de interacción social y optimización productiva.

Verde (r)evolucionario se basa en tres componentes principales como elementos constitutivos del loop verde: los ‘palacios verdes,’ las ‘nurseries verdes,’ y los ‘jardines verdes.’ Cada uno de ellos actúa a un nivel específico del feedback loop verde. La consistencia dle sistema depende en la capacidad de cooperación operativa de los tres, al tiempo que su estructura arborescente (como se muestra en el diagrama adjunto) permite la estabilidad básica del sistema. Como sistema abierto y red territorial, su configuración es variable y reactiva a varias tensiones y demandas, incluyendo aquellas de carácter social, productivo, y estético.

Los íconos verdes
Los íconos verdes comprenden información de cada uno de los tres nodos/escalas específicos del loop verde. En conjunto, ellos conforman un esquema de las funciones particulares que cada uno de ellos desarrolla dentro del sistema. El proyecto propuesto intenta activar no solamente el registro productivo, sino también el social, económico, tecnológico y estético.

La nurserie verde y el Palacio
La Nurserie verde y el Palacio son el nodo de mediana escala de verde (r)evolucionario. Es el nodo de intercambio por excelencia, donde lo público y lo privado se encuentran, y donde se lleva a cabo el shopping verde. El shopping verde inaugura una nueva tipología edilicia: ni shopping ni invernadero. La Nurserie verde y el Palacio se basan en sofisticadas tecnologías para la creación de un ambiente controlado, donde el shopping coexiste con las actividades educativas y sociales. Su locación preferida es la periferia urbana.

Jardines productivos suburbanos
Los suelos productivos y jardines cultivados han sido tradicionalmente excluidos de los cánones de la belleza clásica como de la romántica. Lejos del ideal estético del paisaje primigenio, una belleza activa refiere a la construcción de una estética de lo verde basada en una imaginería radicalmente nueva. Una belleza activa intenta revelar la belleza intrínseca del campo estriado, de las ‘imperfecciones’ de la maquinaria agrícola, de la dinámica del crecimiento y del intercambio de producción. En cierto modo, es belleza en movimiento, en constante transformación y regeneración. Es por lo tanto la noción de un loop verde de paisaje lo que consolida la ambición estética de la propuesta, una maquinaria de paisaje, una máquina de paisaje.

Lo que está en cuestión es la mismísima noción de jardín. Tradicionalmente comprendido como locus del conocimiento, como ‘paraíso en la tierra,’ como ideal social, político e intelectual (a pesar de su inagotable capacidad adaptativa), intentamos pensar en el jardín como parte de un proceso más que como una serie de nobles iteraciones intelectuales. De locus a loop, y de ornamental a productivo, el nuevo jardín opera en la intersección entre intimidad privada y dominio público, de consumo y producción y, en definitiva, de espacio y flujo. El jardín es definido entonces como un nodo de un complejo feedback loop.

Esto abre la secuencia del jardín suburbano (en definitiva una serie de espacios abiertos confinados), a múltiples posibilidades de intercambio y, dependiendo de condiciones geo-ecológicas específicas, a la redefinición del paisaje suburbano como una matriz de cambios posibles. Pero una restructuración bottom-up necesita una correlación en el nivel ‘up’; es en este punto que el loop comienza a operar, conectando las diferentes escalas del proyecto y, particularmente, a través de la re-saturación de la Nursery verde, el nodo central de intercambio e información/comunicación.

En algún momento, todos los jardines evolucionarán de lo ornamental a lo productivo, de los itinerarios peripatéticos de la narrativa romántica (aún argumento intocable del jardín suburbano) a la belleza activa de una caída libre en los dominios del suelo productivo. Porque verde no es suficiente: el cambio meramente ecológico (entonces también político, social, económico) no es soporte de una práctica crítica en los campos de la arquitectura, el paisaje y el urbanismo si no está mediada por una estética radicalmente nueva, por una belleza activa radicalmente nueva.

Ubicación: San Francisco, E.E.U.U
Año: 2010

Proyecto: Fábrica de Paisaje | Colaboradores: Emilio Magnone, Luciano Machín // Colaboradores: Daniel Arce, Carolina Güida, Sebastián Olivera, Victoria Abreu, Luiza Montserrat, Serguei Dias